DESMONTANDO MITOS, PREJUICIOS Y ESTEREOTIPOS ACERCA DE LAS ALTAS CAPACIDADES

1.SOBRE LA FORMACIÓN DE PREJUICIOS, ESTEREOTIPOS Y ACTITUDES   En cualquier proceso de solución de problemas o de toma de decisiones intervienen, como señalan Martínez y Guirado (2010) en su libro «Alumnado con altas capacidades», además de conocimientos y razonamiento lógico, valores, prejuicios, actitudes, creencias y emociones –no siempre conscientes- que modifican nuestra percepción del mundo físico y social y, por tanto, nuestras ideas y decisiones.   La psicología social ha estudiado este tipo de procesos que influyen en nuestro comportamiento (Doise, Deschamps y Mugny, 1985). Dichos procesos de atribución y de categorización que se hallan tras el prejuicio o la actitud son una forma natural de simplificar un entorno complejo y, a menudo, incomprensible.   En relación al tema de las altas capacidades, muchas veces tanto familias como profesionales conforman una determinada actitud sobre el tema, compuesta por ideas o juicios precipitados carentes de premisas sólidas (prejuicios) que han tenido como causa la necesidad de categorizar una conducta que se sale de la norma.   Como sabemos, los prejuicios no se combaten con castigos ni amenazas, como se pensó en algún momento (Mann, 1973) -o al menos de este modo las ideas no consiguen permanecer en el tiempo-. En todo caso, los cambios de hábitos, de actitudes e ideológicos, se logran a mediano plazo y lo que se requiere es ofrecer información y brindar espacios para discutir sobre el tema, para lograr cambios perdurables.   Con la finalidad de cubrir la faceta informativa de formación de una actitud, esta vez una actitud que enjuicie o valore de manera más realista lo que implica el término «altas capacidades», se plasman en el presente artículo muchas de las ideas más comúnmente asentadas en la sociedad en general, recogidas en muchos casos de medios de comunicación no especializados sobre la materia, así como de profesorado y de familias. En cualquier caso, dichas ideas responden a casos individuales a partir de los cuales se ha generalizado, pero nunca aplicables a la totalidad del alumnado con altas capacidades intelectuales.    Distinguiremos a continuación estereotipos de tipo general, sobre la competencia socioafectiva, sobre la competencia escolar y sobre la intervención educativa del colectivo que abordamos:   2. ESTEREOTIPOS DE TIPO GENERAL   -Pueden hacerse genios, sólo hace falta entrenarlos.   -No hay superdotados, hay niños sobreestimulados.   -La inteligencia es un don (un hecho al azar, una gracia divina).   -La inteligencia es hereditaria («de tal palo tal astilla»).   -Claramente la inteligencia depende de la raza, el sexo, la clase social, etc.   -Es fácil detectar superdotados (ya se les nota desde pequeños).   -Patosos, débiles y enfermizos, poco hábiles en actividades deportivas, etc.   2.1.-ACLARANDO IDEAS SOBRE LA NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA   En algunos casos, (ej: «no hay niños superdotados, hay niños sobreestimulados») se niega el importante componente genético que configura la sobredotación intelectual y se prioriza el aprendizaje. En otros se muestra un claro desconocimiento de la naturaleza de este componente genético («la inteligencia es hereditaria», «la inteligencia depende de la raza, el sexo, la clase social, etc.»), o se niega la importancia de un medio rico para desarrollar el potencial cognitivo.   Por otra parte, se generalizan los resultados obtenidos por algunos estudios psicométricos, sin valorar el sesgo de las muestras y los componentes culturales que saturan los apartados del test empleados.   No podemos negar que, por causas biológicas y culturales, mujeres y hombres presentan algunas diferencias en determinadas escalas de razonamiento, pero de forma global no debería haber diferencias significativas en la proporción teórica de alumnos y alumnas excepcionales que podemos identificar. Lo mismo podemos argumentar en cuanto a la raza o la clase social, aunque estos factores puedan en ocasiones constituir un serio obstáculo para el desarrollo de las habilidades cognitivas. La excepcionalidad intelectual no es fácil de identificar. Ni padres ni maestros suelen ser buenos identificadores de alumnado de altas capacidades.   En todo caso, suele ser más fácil identificar niños/as precoces o talentos académicos por sus conductas y alto rendimiento escolar. En el resto de casos de excepcionalidad hace falta una evaluación precisa de las capacidades intelectuales para determinar el perfil del alumno/a.   Finalmente, no existe correlación entre el aspecto físico y las capacidades intelectuales. Sí es cierto que deben ser estimuladas las habilidades físicas en muchos casos para que el alumno/a consiga un desarrollo armónico.   3.ESTEREOTIPOS SOBRE COMPETENCIA SOCIOAFECTIVA   -Alta capacidad de liderazgo, buena adaptación social.   -Incapacidad de relacionarse con sus pares de edad.   -Problemas de comunicación y sociabilidad.   -Problemas en las relaciones profesor-alumno.   -Sólo se relaciona con personas de más edad. -Solitario, introvertido, extraño.   -Problemas emocionales y de adaptación: son hipersensibles.   -Más incidencia de patologías mentales.   3.1.ACLARANDO IDEAS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE INTELIGENCIA Y PERSONALIDAD   Existe tanta variabilidad en los aspectos sociales y de personalidad entre alumnos/as de altas capacidades como entre alumnos/as de capacidades cognitivas normales. De todos modos, enlazando con la distinción de perfiles intelectuales que realiza el Plan Andaluz para la Atención Educativa del Alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo por Altas Capacidades Intelectuales, presentado el 14 de febrero de 2011, Martínez y Guirado (en «Alumnado con altas capacidades», 2010) recogen algunos rasgos personales que se dan dependiendo del tipo de excepcionalidad intelectual:   -Sobredotados, talentos verbales, artísticos, creativos y sociales no suelen presentar excesivos problemas de relación con sus compañeros y compañeras.   -Talentos sociales: por sus características pueden llegar a ser «líderes» del grupo. En alguna ocasión, puesto que sus recursos se lo permiten, los/as sobredotados/as también pueden liderar al grupo en alguna tarea concreta, pero no es corriente que les interese hacerlo.   -Los talentos lógicos, matemáticos, académicos y los/as niños/as precoces son los que pueden presentar más problemas de comunicación e interacción con los demás, en algunos casos por el razonamiento poco flexible y por tanto y poco adaptable para las situaciones sociales; por su vocabulario excesivamente técnico y elaborado, poco útil a nivel comunicativo, o bien por sus intereses, excesivamente alejados o poco corrientes entre sus compañeros.   -Talentos académicos y precoces: la valoración excesiva por parte del adulto de sus resultados académicos o su precocidad puede conducirlo/a a una excesiva estima de sí mismo/a, autovaloración que puede volverlos engreídos e intransigentes con los demás.   -Precoces: la autoestima puede caer al final de la maduración intelectual, previniendo un conflicto interno en el que será necesario intervenir.   -El alumnado con talento creativo puede presentar comportamientos atípicos (por su alto nivel de creatividad) que los oponen a los adultos.   Tras la interpretación de estudios de correlación cabe afirmar que no existe relación entre una mayor incidencia de patologías mentales y el colectivo que nos ocupa.    4.ESTEREOTIPOS SOBRE LA COMPETENCIA ESCOLAR   -Alto rendimiento académico.   -Fracaso escolar.   -Igual rendimiento en todas las materias. -Sólo rinde en aquello que le gusta (es vago y caprichoso).   -Motivación intrínseca para el aprendizaje.   -Desmotivación-aburrimiento crónico.   4.1.ACLARANDO IDEAS SOBRE EL RENDIMIENTO ESCOLAR DEL ALUMNADO CON ALTAS CAPACIDADES   En alumnado con talento académico y alumnado con precocidad sí podemos esperar un alto rendimiento académico. No obstante, éstos también pueden desmotivarse y presentar un descenso en su rendimiento. Su ritmo de aprendizaje y sus conocimientos les hace estar más avanzados por lo que pueden aburrirse. La falta de hábitos de estudios, la desmotivación…puede conducirlos incluso al fracaso escolar.   El alumnado con sobredotación no tiene por qué obtener calificaciones excepcionales, ni exactamente el mismo rendimiento en todas las materias, puesto que puede estar más motivado hacia algún campo específico. No obstante, no suelen presentar problemas escolares, ni de bajo rendimiento ni de desmotivación. Se adaptan bien al medio y buscan el estímulo intelectual fuera del aula si la escuela no satisface sus necesidades de aprendizaje.   Los diferentes tipos de talentos presentarán rendimientos desiguales en función de las áreas que dominan (alto rendimiento) y las que no dominan (rendimiento discreto o bajo).   Uno de los tipos de talentos que pueden presentar más problemas en la adquisición de aprendizajes escolares es el talento creativo ya que su forma de procesamiento no suele adaptarse al modelo escolar occidental, que prioriza el razonamiento lógico y la memorización frente a la innovación.   Asimismo, determinadas dificultades específicas de aprendizaje pueden estar presentes en el alumnado con altas capacidades intelectuales al igual que en el resto del alumnado.   5.ESTEREOTIPOS SOBRE LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA   -No hace falta ninguna intervención ya que son muy inteligentes.   -Situarlos con sus pares de edad mental es suficiente.   -Hay que exigirle más rendimiento en todas las áreas del currículo.   -Hay que frenarlos para que sean igual que los demás y no tengan problemas.   -No hay que forzarlos en nada, tienen que tener tiempo para desarrollar sus inquietudes.   -Lo mejor es hacer escuelas de superdotados, así no tendrán problemas de adaptación o autoestima.   -Todos los niños y niñas superdotados necesitan algún tipo de apoyo psicológico y pedagógico.   -Hay que hiperestimularlos para que no pierdan sus capacidades.   5.1.ACLARANDO IDEAS SOBRE LOS TIPOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA   Los polos extremos en la concepción de la intervención adecuada son:   -«No hace falta ninguna intervención». Es decir, si son más inteligentes y tienen más recursos no necesitan ningún apoyo.   -Y por el otro, la vertiente que hace un problema de la excepcionalidad, como si fuera más una enfermedad que una característica del desarrollo intelectual del alumno.    Ambos extremos son peligrosos. La primera postura impide que el alumno/a se desarrolle con una educación que maximice sus recursos intelectuales y humanos. Y la segunda crea una angustia innecesaria, ya que la diferencia se percibe como un problema que incluso debe solucionarse y no precisamente desde la adaptación curricular.   La elección del tipo de intervención educativa dependerá siempre de las características del niño/a (tipo de excepcionalidad intelectual, madurez emocional adaptación social..). Nunca debemos frenar ni tampoco hiperestimular al alumno/a en cuestión, puesto que no son soluciones válidas.   En nuestra intervención potenciaremos también su desarrollo emocional, social, etc; a veces más prioritario que su desarrollo intelectual. Depende de cada caso. Por supuesto, interrelacionados.   6.CONCLUSIÓN   Existen muchos estudios longitudinales cuyo análisis concluyen sobre lo incierto de los mitos, estereotipos y prejuicios expuestos en el presente artículo.   Debemos focalizar en cada alumno o alumna con altas capacidades en concreto, para tenerlo en cuenta con sus peculiaridades propias. Sólo a través de la identificación de las características de cada alumno/a podremos determinar sus necesidades específicas de apoyo educativo y organizar su respuesta educativa de manera más óptima.   7.BIBLIOGRAFÍA   -Doise, W; Deschamps, J.C; y Mugny, G. (1985): Psicología social experimental. Autonomía, diferenciación e integración. Barcelona: Hispano Europea.   -Martínez Torres, Mercé y Guirado Serrat, Ángel (2010): Alumnado con altas capacidades. Barcelona: Graó.   -Mann (1973): Elementos de psicología social. México: Limusa.


FUENTE: http://www2.fe.ccoo.es/andalucia/docu/p5sd8323.pdf

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