Análisis de algunas de las novedades más destacables del Plan de Actuación

Participación
El pasado 14 de enero se presentó oficialmente, pero su gestación ha de encontrarse mucho más atrás en el tiempo. La Federación Andaluza de Altas Capacidades Intelectuales (FASI), entidad que agrupa a casi todas las asociaciones provinciales y que representa a este colectivo como una única voz, lleva años insistiendo en la necesidad de tener un marco conceptual y normativo más adecuado para la correcta atención del alumnado.
Como respuesta a esta insistencia, se ha logrado un hito histórico no sólo a nivel andaluz, sino a nivel de todo el Estado. Nunca antes los representantes de estos alumnos habían participado activamente en la redacción, en la elaboración, en el desarrollo, en el seguimiento y en la evaluación del Plan de Actuación, junto a otros agentes involucrados. Esta es una novedad muy destacable.
«El plan que se presenta a continuación nace con un espíritu de participación y de pluralidad, desde el cual se ha dado cabida a todas las voces que tenían algo que aportar en beneficio de una respuesta educativa óptima a este alumnado. En este sentido, desde su redacción se ha contado con expertos y expertas de reconocido prestigio en el campo de las altas capacidades intelectuales así como con las diferentes entidades que representan a este colectivo a nivel andaluz
Este documento, tengámoslo muy presente, representa ahora mismo tan sólo la fase de redacción. Queda por afrontar las cuatro restantes fases: elaboración, desarrollo, seguimiento y evaluación. Por lo tanto, no se acaba aquí nuestra labor. Al contrario, no ha hecho más que empezar.
Población destinataria
La segunda novedad destacada sería la adopción de un marco conceptual novedoso en nuestra comunidad. Un marco teórico que lleva tiempo en otras comunidades como Aragón, Castilla y León, Navarra, La Rioja (todas ellas entre las cinco primeras comunidades según el último informe PISA publicado), Murcia y Canarias.
No se trata por tanto de añadir al perfil de superdotado que ya teníamos aquí los perfiles de talento simple y talento complejo, como se deja entrever en la comunicación oficial desde Consejería, no. Se trata más bien de una revisión del modelo existente, basado en el CI.
En todos los medios de comunicación se ha publicado que se conceptúa la sobredotación como aquel alumnado que supere el 130 de CI. Sin embargo, esto no es así en el nuevo Plan de Actuación. Lo vemos con claridad en la página 9: «Hace referencia a las características personales de un alumno o alumna que dispone de un nivel elevado (por encima del percentil 75) de recursos en capacidades cognitivas y aptitudes intelectuales como razonamiento lógico, gestión perceptual, gestión de memoria, razonamiento verbal, razonamiento matemático y aptitud espacial. Además, se requiere que este perfil aptitudinal anterior vaya acompañado de una alta creatividad igualmente por encima del percentil 75.»
Un percentil de 75 en todas las áreas evaluadas (que no son todas las áreas evaluables, dicho sea de paso), viene a equivaler a un CI aproximado del 115. Pero esta cifra no hay que entenderla según el paradigma tradicional, que nos hablaría de un 10% teórico de la población, no. Hay que entenderla dentro del paradigma cognitivo, que nos hablaría de una incidencia real (no teórica) del 1% aproximadamente. Cuando se hagan las pruebas adecuadas a este marco teórico se comprobará que no aparecen muchos perfiles de sobredotación. Al contrario, lo más normal es que encontremos talentos complejos en su lugar, sobre todo de tipo académico.
En todo caso, eso no nos debe inquietar, al contrario. Todos se incluyen dentro del seno semántico del constructo «Altas Capacidades Intelectuales» que, por fin, dejará de usarse como eufemismo o como sinónimo intercambiable de «superdotación».
Este marco conceptual se basa en el modelo de Castelló-Batlle y en su propuesta de protocolo, emanado de este documento germinal,
Del que ya extrajimos algunas notas hace tiempo aquí.
En Andalucía lo hemos limitado a tres expresiones para evitar una complejidad excesiva en este primer momento.
Por cercanía geográfica y por afinidad filosófica, hemos tenido en cuenta el trabajo que se realiza en la Comunidad de Murcia, donde colaboran la Consejería de Educación y la Universidad. Algunos de ellos están disponibles en este enlace:
El Grupo de Investigación de la Universidad de Murcia nos cuenta, a través de su coordinadora, la Dra. María Dolores Prieto Sánchez, a qué conclusiones han llegado siguiendo esa metodología (y alguna otra más) en este estupendo documento:
«Primero, el proceso de preidentificación nos  ha permitido aproximarnos a las escuelas y contemplar la falta de un procedimiento riguroso y bajo una misma filosofía sobre los alumnos de altas habilidades.
[…]
Tercero, en la fase propia de identificación se ha utilizado un modelo diseñado en nuestra cultura y previamente validado por Castelló & Batlle (1998), modelo que nos permite entender la complejidad cognitiva de los alumnos de altas habilidades y las diferencias entre superdotados (caracterizados por la generalidad) y los diferentes tipos de talentos (especificidad). Además, el modelo nos ha facilitado la tarea de trabajar desde la Universidad y la Administración Educativa bajo un mismo prisma o teoría. La presente investigación ha  permitido implantar y diseminar un procedimiento riguroso que ya está instalado en la comunidad educativa.
Cuarto, la identificación y clasificación de los alumnos según su perfil cognitivo nos permite establecer unas pautas de acción e intervención adecuadas a su complejidad; es decir, habría que diseñar pautas de acción orientadas a proporcionarles trabajos complejos que incluyan conceptos cuantitativos, problemas numéricos y solución de problemas que le exijan realizar inferencias lógicas, generalizar y aplicar reglas a la solución de otros problemas. Para estos alumnos sería aconsejable que la escuela les facilitara situaciones de riesgo que les previnieran del aburrimiento, puesto que son alumnos con un gran dominio de información y ritmo rápido de aprendizaje; que potenciara situaciones de socialización porque, como los intereses y motivaciones son diferentes al resto de los compañeros, podrían recibir rechazo de sus colegas. Además, sería conveniente que los profesores incluyeran tareas y trabajos que exigieran la  utilización de habilidades  de representación y/o expresión.» 
En la página 10 de Plan, además, se destaca algo que ha pasado desapercibido pero que es de suma importancia: la consideración de «potencialidad actualizable» o desarrollable que exige un adecuado cultivo, otro de los puntos propuestos por FASI.
«La alta capacidad intelectual no es una entidad estática ya finalizada sino que hay que comprenderla como un proceso evolutivo dinámico que lleva implícito el desarrollo potencial. Esto implica que no todas las potencialidades se manifiestan a edades tempranas, ni todas las precocidades culminan en altas capacidades intelectuales. En cualquier caso, como forma de diversidad del alumnado, la precocidad debe ser atendida por lo que puede llegar a ser.
El propósito de la identificación de este alumnado no es etiquetar sino ofrecerle una respuesta ajustada a sus necesidades educativas.»
Principios de Intervención
Todos son importantes, pero se destaca lo novedoso: «Colaboración: Se fomentará la colaboración entre los distintos agentes implicados en la educación de este alumnado».
Este punto tiene una relevancia crucial, porque como agentes implicados debemos informar y ser informados de las actuaciones que se lleven a cabo en los centros de nuestros hijos. Toda interrupción de este proceso supondrá romper un principio básico para que pueda salir bien este plan. Y desde FASI tenemos muy claro que la colaboración debe ser fluida. Seremos muy celosos con este principio.
Objetivos
Aquí hay varias novedades, como el objetivo 3 por ejemplo, con la creación de la figura del especialista provincial
Por supuesto, no podemos olvidar el objetivo 7, actualizar la normativa. Todo debe quedar recogido en una norma de obligado cumplimiento lo más detallada posible. Este será otro punto caliente, como ya lo fue el del marco conceptual.
Por último, no debemos olvidar el objetivo 11, que nos compete directamente. «Fomentar e impulsar la colaboración con las entidades que representen al alumnado con altas capacidades intelectuales».
Dentro de este último objetivo, destaco algunas cuestiones:
Actuaciones
«Firma de un convenio de colaboración con la Federación Andaluza de Altas Capacidades Intelectuales (FASI).
Colaboración con las diferentes entidades que representan a este alumnado, así como con entidades sin ánimo de lucro con experiencia en la atención a las altas capacidades intelectuales.»
Aquí estarán, por un lado, FASI y las asociaciones provinciales, y, por otro, fundaciones como Avanza y Promete .
Mecanismos de evaluación
En este punto, la novedad más importante es la mesa de seguimiento de la que seremos parte.
«La evaluación se llevará a cabo a la finalización de cada una de las intervenciones realizadas y, en cualquier caso, en el final del periodo 2011-2013. Se hace necesario, además, un seguimiento en la implantación de las mismas que permita la modificación, si se considerase necesario, para la consecución de los objetivos previstos en este Plan. A tal efecto, se creará una comisión de seguimiento del plan que se reunirá anualmente y, en todo caso, al finalizar la vigencia del Plan. Esta comisión estará integrada por representantes de todos los agentes implicados


José Luis Sánchez Piñero
ASA Málaga
659 37 48 04
web: http://asamalaga.org/

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