DEJAR SER

Martin Heidegger, uno de los pensadores más influyentes del siglo pasado, nos proporcionó una noción sucintamente maravillosa (o maravillosamente sucinta, teniendo en cuenta el lenguaje tan complejo que usaba) de qué es amar.
«Amar es dejar ser al ser»
En el ámbito de las altas potencialidades intelectuales, como en otros, se le da una enorme trascendencia a si alguien «es» o «no es» superdotado (altas aptitudes generales), o a si alguien «tiene» o «no tiene» talento (altísimas aptitudes específicas).
Contrariamente a esa idea, os propongo esta otra:
«No es tan importante definir «lo que eres» como dejar ser «lo que puedes llegar a ser»»
Debemos permitirnos ser tan valientes (con confundir con temerarios) como para amar a los demás de ese modo tan desinteresado.
La ONU, en el Artículo 29 de la Convención de los Derechos del Niño de 1989 lo expresa de modo formal,
Artículo 29
1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades;
pero el fondo es el mismo:
«Dejar (permitir, no obstaculizar, favorecer, desarrollar, cultivar, etc) ser al ser» que podemos llegar a ser.
En eso consiste el genuino amor desinteresado.

2 comentarios en “DEJAR SER”

  1. "Ojalá llegues a ser el que eres", dijo Píndaro. Trabajar para que todos los niños tengan la oportunidad de intentarlo es la difícil e ilusionante tarea de todos. Gracias por recordárnoslo con un mensaje de esperanza.

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