Estudios científicos sobre las altas capacidades

A los que nos interesa conocer el porqué de las cosas, su historia y su presente nos gusta  saber qué personas han hecho realidad este presente y han permitido que  nosotros podamos continuar el camino que ellos comenzaron. Esta inquietud me ha llevado a investigar sobre quiénes fueron los pioneros en los estudios científicos sobre los chicos y las chicas de altas capacidades, cuándo comenzaron, qué hipótesis de partida  planteaban, cuáles fueron sus resultados, etc.  He encontrado varias referencias en internet y una que me ha parecido interesante  es la encontrada en la página de «Universia, red de universidades» en su apartado de monografías (http://contenidos.universia.es/especiales/superdotados/estudios-cientificos-superdotacion/index.htm), En dicha página se recoge mucha información que quiero compartir con las personas que están interesadas en este fascinante mundo de los chicos y las chicas de altas capacidades.
               Me he limitado a recoger la información que en la citada fuente aparece. Ésta es y espero que os resulte interesante:
A finales del siglo XIX y principios del XX surgieron modelos de identificación de la superdotación basados en las capacidades, que destacaban el papel predominante de la inteligencia y de las aptitudes con las que se cuentan para tener exitosas ejecuciones y no tanto las ejecuciones que ya haya realizado.
Antecedentes históricos: La inteligencia hereditaria de Galton
Las primeras investigaciones científicas acerca de la inteligencia superdotada comienzan en la última década del siglo XIX con los estudios del inglés Francis Galton. En 1869 publicó su primera obra Hereditary Genius, donde defiende la alta heredabilidad de la inteligencia y de la genialidad, detectando una elevada relación entre inteligencia superior y antecedentes familiares.
En su estudio, publicado en 1874 English Men of Science: their Nature and Nurture, investigó a una serie de personajes célebres y eminentes de la época a partir de características biográficas.
Su metodología se basó en estudiar a las familias de personas que destacan en diversas esferas de la vida social para buscar padres o hijos con una alta capacidad intelectual que demuestre su tesis sobre la herencia de la inteligencia. Los resultados demostraron que había una correspondencia entre el rendimiento escolar de los sujetos y sus familiares analizados.
Su investigación recibió numerosas críticas porque en lugar de utilizar instrumentos formales de medida usó criterios de prestigio social, lo cual provocó un sesgo considerable, ya que a finales del siglo XIX el reconocimiento social estaba basado en factores sociales, económicos y culturales.
En líneas generales, las conclusiones de sus trabajos establecen que los «genios» son individuos con una capacidad intelectual superior, gran energía y fortaleza física, buena salud, perseverancia, hábitos comerciales, memoria, sentido de la independencia y aptitud mecánica. En resumen un «genio» es aquel que posee características excepcionales, aunque en diferentes combinaciones.
Actualmente, las ideas que Galton aportó sobre la capacidad intelectual aún perduran, por ejemplo la relación entre inteligencia y genialidad, inteligencia y éxito social, inteligencia y heredabilidad.
El Estudio longitudinal de Terman
Lewis M. Terman (1877-1956) es conocido como el «padre del estudio de la superdotación. En 1921 se dedicó a identificar y analizar el desarrollo de la inteligencia superdotada.
Su investigación contó con la financiación de la Mancomunidad de Nueva York y con la colaboración de un amplio equipo de profesionales que coparticiparon en el proyecto. Los objetivos principales del proyecto fueron comprobar si el potencial intelectual que poseían los sujetos en la infancia se mantenía cuando alcanzaban la vida adulta y comparar a estos individuos con esta excepcional capacidad con los individuos de inteligencia normal.
Terman seleccionó a los sujetos más representativos de la población escolar californiana. La muestra que obtuvo estaba formada por un grupo de control y un grupo experimental, éste último constituido por 1.528 escolares (de tres a diecinueve años) con una alta capacidad intelectual. Las conclusiones del estudio diferenciaban una serie de características que poseían los superdotados:
  • Presentan superioridad física y mejor salud.
  • Han aprendido a leer antes que el grupo de control, entienden rápidamente.
  • Tienen gran curiosidad y memoria y un amplio vocabulario.
  • En los test de rendimiento puntúan dos o tres años por encima de la población normal.
  • Leen más y mejor con un marcado interés hacia la ciencia, la historia, las biografías, la poesía y el teatro.
  • Su nivel de intereses es más elevado.
  • Obtienen mejores puntuaciones en los test caracteriológicos (evaluación de la estabilidad emocional, actitudes sociales y otros aspectos).
El trabajo de Terman continuó a lo largo de más de siete décadas e incluso sigue en la actualidad. Los resultados longitudinales muestran que la elevada inteligencia se mantiene en la mayoría de los casos observando que muchos participantes habían publicado libros y habían efectuado algún que otro producto. Sin embargo la gran mayoría de los hombres y mujeres de la muestra había tenido éxito en las disciplinas universitarias cursadas y en la actividad profesional, ninguno de ellos realizó una contribución lo suficientemente notable como para ser catalogado de genio o ganar un premio Nobel o similar.
Los estudios de Galton y Terman se han convertido en un punto de referencia imprescindible en la conceptualización de la medida de la alta capacidad intelectual. A partir de esos años se realizaron multitud de estudios en EEUU para obtener un mayor conocimiento sobre la realidad y para la realización de mejores programas educativos en beneficio de los niños y jóvenes superdotados.
Juan Fernández Sarria
Pedagogo del Centro Psicopedagógico A.S.
Orientador

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